ROSARIO. El refugio del hombre que soñaba con triunfar como futbolista y se convirtió en el manager de la logística de la Hidrovía para el tráfico de cocaína en gran escala es, todavía, un misterio. El gobierno de los Estados Unidos asegura que se oculta en Venezuela. Otras fuentes presumen que todavía está en algún emirato árabe, presumiblemente en Dubai. En todo caso, el uruguayo Sebastián Marset está en algún enclave donde su dinero todavía puede ahorrar preguntas incómodas.Pero el tamaño de su billetera para pagar silencios y comprar voluntades podría no ser suficiente si se activan decisiones políticas de peso. En las últimas semanas se produjeron acciones y se tomaron decisiones que estrechan el cerco sobre el líder del Primer Comando Uruguayo (PCU).Por un lado, los Estados Unidos lo acusaron formalmente de lavado de dinero derivado del movimiento de ganancias de drogas a través de instituciones financieras norteamericanas. “Su riqueza está manchada de la sangre y el sufrimiento que ha regado desde Montevideo hasta Miami”, afirmó Cartwright Weiland, funcionario de la Oficina de Asuntos Internacionales sobre Narcóticos y Aplicación de la Ley estadounidense. El gobierno de Donald Trump, además, puso una recompensa de 2 millones de dólares por la captura del narco.🚩Detenida una fugitiva, en el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid #Barajas, buscada por #Paraguay por delitos de tráfico de drogas, organización criminal y blanqueo de capitales🚔Las autoridades paraguayas solicitan una pena máxima de #prisión de 22 años y seis meses➡️Formaba… pic.twitter.com/8VQXMjhkYe— Policía Nacional (@policia) July 17, 2024Por otro lado, España concretó el martes pasado la extradición a Paraguay de la esposa de Marset, Gianina García Troche.La mujer tenía unas cuantas vidas paralelas y, como su marido, varias caras. Se encargaba del cuidado de los tres hijos de la pareja. Vivía en el lujo de Dubai y, a su vez, ante el fisco de Paraguay figuraba como transportista, con un ingreso de 7500 dólares mensuales como conductora de un camión Volvo. También era la principal accionista de la concesionaria de vehículos de alta gama Total Cars.Después de fugarse con su marido y sus hijos de Santa Cruz de la Sierra, el 29 de julio de 2023, García Troche, de 32 años, reapareció de manera extraña un año después en el aeropuerto de Barajas, Madrid, donde fue detenida.Había viajado sola desde Dubai. Hay quienes piensan que la estrategia de García Troche, que nació en Uruguay en 1993, habría sido la de entregarse en España, donde intentó con sus abogados impedir su extradición a Paraguay, sin éxito, y donde también fracasó en su pedido de ser aceptada como asilada.Esta mujer que usa vestidos de los mejores modistos europeos y vivió sus últimos años en un lujo desenfrenado, que siempre exhibían con su marido, fue trasladada a la prisión militar de Viñas Cué, un complejo penitenciario que está ubicado en el barrio Botánico, de Asunción. En ese lugar estuvo recluido exmilitar golpista Lino Oviedo. Esa cárcel, en la que están alojados varios políticos paraguayos, está catalogada como una “prisión vip”.García Troche está acusada de formar parte de la organización narco que conduce su esposo desde las sombras y de lavar dinero proveniente del tráfico de drogas.En una de las causas más relevantes de Paraguay, bautizada “A Ultranza Py”, se reveló que García Troche abrió una cuenta en el Banco Visión con un certificado de trabajo falso en el que se hacía pasar por transportista. Los fiscales consideran que fue una de las tantas maniobras de lavado de activos.En mayo de 2021, García Troche apareció como presidenta y propietaria del 75% de las acciones de Total Cars, una empresa de autos de alta gama creada con dinero sucio.Su hermano, Mauro García Troche, también está involucrado en la organización; se sospecha que fue testaferro en varios negocios y operaciones financieras.Un “topo” en InterpolEn los días anteriores a su salida desde Dubai, García Troche figuraba con pedido de captura de Interpol. Pero horas antes, la alerta roja que figuraba en su legajo fue eliminada. Por tareas de inteligencia, las autoridades españolas sabían que había tomado un vuelo a Madrid. El boleto de avión figuraba a su nombre y en migraciones usó su pasaporte original uruguayo.En Interpol abrieron una investigación por la alteración que se produjo en los registros y detectaron que un agente de esa agencia en Asunción, Kevin Montiel, “levantó” la alerta sobre Gianina García. En un allanamiento que llevaron adelante las fiscales Ruth Benítez e Irma Llano encontraron evidencia de los nexos del agente con Marset.Para modificar el registro donde figuraba el pedido de captura internacional contra la esposa del jefe narco, Montiel usó la clave del comisario Víctor Flores, jefe de Interpol en Paraguay, que fue destituido.Cuando se eliminó la alerta roja contra García Troche, desde la sede de Interpol en Lyon, Francia, enviaron un mail a la agencia de Asunción para confirmar la medida. Montiel contestó y ratificó esa decisión. Luego, borró el correo electrónico, que ahora está en manos de la Justicia. Tres días después de llevar adelante este trámite, Montiel se compró un Toyota Corolla en efectivo.Esta maniobra, que muestra el poder de Marset para corromper a las autoridades, desató un escándalo político y la oposición pidió la renuncia del ministro del Interior de Paraguay, Enrique Riera.Hay algo igual de extraño: el juez de Garantías Humberto Otazú –el mismo que benefició con la prisión domiciliaria al exsenador argentino Edgardo Kueider, detenido al cruzar la frontera con su secretaria y 180.000 dólares– otorgó un sobreseimiento provisional a los agentes de Interpol acusados de levantar el “código rojo” de la esposa de Marset.Durante años Marset aprovechó las grietas institucionales de los países de la región, como Paraguay, Uruguay y Bolivia. Siempre corrompió con millonarios sobornos a funcionarios estatales para beneficio propio, sobre todo para poder escapar y seguir estando prófugo.En Dubai, Marset protagonizó, en 2021, uno de los primeros escándalos públicos. Ese golpeó al gobierno uruguayo, que entonces presidía Luis Lacalle Pou. Marset había sido detenido en aquel emirato por usar un pasaporte paraguayo falso. Uruguay le suministró un pasaporte original en tiempo récord y pudo recuperar la libertad. Luego se esfumó hasta reaparecer en Bolivia en 2023, de donde se escapó de nuevo.El actual gobierno del Frente Amplio en Uruguay ordenó al Ministerio de Relaciones Exteriores iniciar una investigación administrativa porque parte de las pruebas sobre la entrega del pasaporte a Marset desaparecieron extrañamente.Además, se investiga la destrucción en Torre Ejecutiva –sede del gobierno uruguayo– de un documento certificado con los chats entre el exsubsecretario del Interior Guillermo Maciel y la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores Carolina Ache. Estos dos funcionarios renunciaron cuando estalló el escándalo. Se sospecha que Marset pagó sobornos millonarios para obtener el pasaporte uruguayo que necesitó para salir de prisión en Dubai.Una fuga de películaOtro capítulo, apoyado sobre la base de coimas y una corrupción aceitada, se gestó en su nuevo destino después de abandonar Dubai: Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. El jefe del PCU huyó de esa ciudad en julio de 2023 justo antes de que 1200 policías irrumpieran en la casona en la que vivía a todo lujo.El propio Marset aseguró que altos mandos bolivianos le habían dado ayuda para fugarse y desaparecer. En un video que grabó desde la clandestinidad, un mes después, el capo narco escrachó a las autoridades de ese país: “Gracias a la ayuda del director de la Felcn (Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico) logré irme, porque él me avisó que el ministro ya había dado orden de aprehensión contra mí, y, bueno, agarró una platita y me avisó que me fuera”. Marset hacía referencia al coronel Jhenky Gómez.El video que grabó desde la clandestinidad el narco uruguayo Sebastián MarsetEl 29 de julio de 2023, la policía boliviana allanó ocho propiedades de Marset en Santa Cruz de la Sierra; confiscaron 17 fusiles, una pistola, 1915 municiones, 28 cargadores para diversos tipos de armas, cuatro chalecos antibalas, una moto, 31 autos y camionetas y cuatro cuatriciclos.A pesar de que lo custodiaba un mini ejército armado hasta los dientes, el narcotraficante millonario jugaba de manera semiprofesional al fútbol en Bolivia, como lo había hecho en Paraguay. Su participación en los equipos la garantizaba el dinero que aportaba.Marset formaba parte del club Los Leones El Torno, de la Liga de Santa Cruz, que él mismo administraba. Sus partidos se transmitían por redes sociales. Usaba la camiseta 23 y decía llamarse Luis Amorim, según su identidad brasileña falsa.Se cree que desde 2019 Marset usó 13 identidades apócrifas en Paraguay, donde se hacía pasar por empresario y organizador de eventos artísticos, y otras en Bolivia, donde fungía como un exitoso hombre de negocios. Mientras, en la última década fue cimentando, según quienes lo investigan, su poder como un jugador de peso en la Hidrovía Paraná-Paraguay.La investigación de la causa A Ultranza Py confirma cómo es el dominio de esa ruta clave para la salida de la cocaína que se produce en Bolivia. Marset y Ángel Isfrán Galeano, alias Tío Rico, tenían el control de la logística de este negocio criminal en el Chaco paraguayo, una región poco poblada limítrofe con Bolivia, donde se detectaron más de 700 pistas de aterrizaje clandestinas.Isfrán tenía aceitada la logística de la llegada de la cocaína a través de avionetas y el traslado de la droga a los puertos, después de acondicionarla para cargarla en contenedores que salían por las terminales cercanas a Asunción, como Villeta. Esos contenedores se cargaban en barcazas que atravesaban más de 1800 kilómetros por los ríos Paraguay y Paraná sin ser controladas.Sabor localMarset también dejó su marca en la Argentina. Su sombra reapareció a principios de mayo pasado con el secuestro de 469 kilos de cocaína en el buque MV Ceci, de bandera de las Islas Marshall, en el puerto de San Lorenzo, Santa Fe. La investigación detectó que la droga había sido levantada en el Río de La Plata, cerca del puerto de Montevideo.Durante la pandemia, 29 kilos de cocaína rotulados con la marca PCU fueron bombardeados en la isla El Chaparro, en el Delta de Entre Ríos. Pese a eso, en la Argentina no se abrió una causa contra Marset.El nombre de Marset da vueltas sobre la Hidrovía desde hace tiempo, aunque por ahora no se logró corroborar judicialmente que su organización esté involucrada directamente en el negocio del contrabando internacional de cocaína desde las terminales portuarias de la región. El universo del tráfico fluvial es un gran agujero negro, del cual se conoce muy poco a causa de la falta de controles en esa ruta de agua que está bajo jurisdicción de cinco países en sus 3400 kilómetros de extensión y donde las tareas de coordinación en inteligencia criminal son menos eficaces que la audacia narco.
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Tras la extradición de su esposa, se cierra el cerco sobre Sebastián Marset, “el capo narco de la Hidrovía”
26/05/2025
