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Marciano Cantero recordó la noche que apareció un ovni, el éxito de Los Enanitos Verdes y una curiosa historia con Soda Stereo

25/09/2021
Marciano Cantero recordó la noche que apareció un ovni, el éxito de Los Enanitos Verdes y una curiosa historia con Soda Stereo


Al nombrar a Los Enanitos Verdes aparecen muchos éxitos como “La muralla verde”, “Simulacro de tensión”, “Te vi en un tren”, “Por el resto”, “Amigos”, “Igual que ayer” y “Lamento boliviano”, entre tantas. Son más de 40 años de historia de la banda formada en Mendoza, con varios discos publicados, y una llegada a distintos puntos de Latinoamérica.

La pandemia encontró a Marciano Cantero, cantante y bajista del grupo, en Mendoza. Como al resto de sus colegas, aprovechó la extensa estadía en sus casa para realizar distintas actividades, montó un estudio donde se encargó de levantar las paredes, y se interesó por el cuidado del físico.

Traté de ver todo con otra filosofía. Me sirvió para descansar, no solo en el sentido de dormir, sino también el no tener que pensar en la responsabilidad que implica los recitales, donde te tenés que cuidar más. También mejoré mi dieta, cambiar el tipo de alimentación y fue muy importante hacer gimnasia todos los días”, describió el músico a La Viola. Se compró unas pesas rusas para mejorar el entrenamiento.

Felipe Staiti y Marciano Cantero, integrantes de Los Enanitos Verdes, en una sesión de fotos (Foto/Domingo J. Casas)
Felipe Staiti y Marciano Cantero, integrantes de Los Enanitos Verdes, en una sesión de fotos (Foto/Domingo J. Casas)
Domingo J. Casas:

No dejó de tocar. Se dedicó mucho más al bajo, un instrumento que abrazó desde muy chico, y que tuvo que abandonar por un tiempo, en 2007, por una tendinitis. “Cuando los rockeros salen de gira, cuando tienen 20 años, no se cuidan mucho. El alcohol, las drogas, los excesos llevan al cuerpo a decir en un momento basta. Tuve un problema en el hombro y pude volver gracias a un instrumento más liviano”, contó Cantero.

El cantante y compositor destacó que compuso algunas canciones en los meses de pandemia, pero que son muy oscuras, alimentadas por el momento que estamos viviendo. “Salieron muchos discos pero ninguno enganchó al público. El mundo está como triste tratando de encontrar la salida. Todo eso se traslada a la hora de componer. MI idea es trabajar para mejorar porque sé cuando termine la pandemia vamos a salir a girar. Teníamos la gira de los 40 años preparada pero se tuvo que reprogramar. Cuando volvamos a los escenario voy a estar mucho tiempo fuera de casa”.

Los Enanitos Verdes y su éxito en México

A mediados de los ‘80, el rock argentino dio el gran salto, el de la conquista del continente americano. Aquellos raros peinados nuevos como Soda Stereo, Virus, Zas, y Los Enanitos Verdes, entre otros, con una propuesta novedosa, se subieron al avión para llevar su música por distintos escenarios. En los ‘90, el éxito de la banda creció mucho en países como México, donde suenan mucho.

“Estábamos en la misma discográfica y productora que Soda. Hay una foto de una entrega de discos de Oro donde estamos las dos bandas posando. No sé si hay una forma de explicarlo. Creo que tiene que ver con que somos de Mendoza y hablamos un español bastante neutro, con una acento distinto al porteño o al cordobés. Tenemos una forma más cercana a los chilenos”, respondió sobre el interés por las canciones de Los Enanitos. “Las letras de nuestras canciones se entendían de una forma fácil, son más directas, y honestas. Son historias que forman parte de mi vida. Todo eso el público lo percibe”.

– Esas historias aparecen seguramente en temas como “Te vi en un tren” o “Cada vez que digo adiós”

– Claro, cuando empecé a escribir canciones me di cuenta que era maravilloso. Por ejemplo, me tenía que juntar con una chica en un bar y era complicado. Prefería hacerlo en una letra. Tenías esa capacidad de decir esas cosas de un momento trascendental. Me pasa cuando escucho a un artista que está diciendo lo mismo que siento. Algo así me pasó con ‘Mi primer día sin ti’, donde describo el momento en el que te quedás solo.

“Cada vez que digo adiós” la compuse pensando en mi mamá. No era para una chica como muchos piensan. Es la única que te espera con “tristeza y alegría” (como dice la canción). Hay veces que la realidad supera la ficción. En ‘Tus viejas cartas’ se la escribí a una mujer que había sido mi novia. Con el tema de las giras y el éxito nos distanciamos. Nunca tuvimos un problema. Cada uno hizo su vida, nos casamos, tuvimos hijos y nos separamos. Pasaron 30 años, nos reencontramos y todo estaba perfecto. Dimos el sí en 2018. Hasta qué punto son de honestas las canciones que me sorprenden. Es como estar en un cuento de hadas.

Los Enanitos Verdes, el origen del nombre y la aparición de un ovni

En la charla, Marciano recordó un momento único, en uno de sus primeros shows, donde sintió una sensibilidad muy especial. “Todavía no estaba con Los Enanitos. Toqué en un estadio que se le corría el techo. Hubo un problema con el sistema y se trabó en la mitad. De repente, un rayo de luz me iluminó. Mi papá, que estaba entre el público, se sorprendió. Parecía El Rey León. En otra oportunidad, en el Festival de la Falda, una presentación importante para el grupo sentí que ese momento se iba a repetir. Se lo conté al resto de los chicos pero no me creyeron. Finalmente sucedió”.

Dentro de esa misma línea, el músico recordó otro episodio, muchos años después, en Guadalajara, México, en la terraza de un hotel. “Fue después de una conferencia de prensa. Los periodistas habían dejado el lugar, era de noche, y de repente vimos algo en el cielo. En aquella época no teníamos celulares y no lo pudimos retratar. Era como un ovni, a dos cuadras, con una fuerte luz. De repente desapareció”.

– El nombre del grupo tiene que ver con una leyenda urbana, a fines del ‘70, donde una familia de turistas, en Puente del Inca, se toma una foto y al revelarla aparecieron unos enanitos verdes

– Sí. Había un corresponsal de la revista Expreso Imaginario en Córdoba que nos bautizó con ese nombre. En la crónica dijo que se había formado un grupo, donde a mí me decían Marciano y que no podía ser otra que los Enanitos Verdes que habían aparecido en la imagen. Mendoza tiene varias leyendas sobre el tema. Cerca de donde vivo dicen que hay una base extraterrestre de otra dimensión.

Se cumplieron 35 años de “Contrarreloj”, un disco que marcó el comienzo de los Enanitos Verdes

La banda dio sus primeros pasos en 1979, con Cantero junto a Felipe Staiti (guitarra) y Daniel Piccolo (batería). En 1984 sumaron a Sergio Embrioni (guitarra y voz) al proyecto y editaron su primer disco. El siguiente, Contrarreloj (1986) tuvo mucho éxito gracias al tema “La muralla verde”. La placa también tiene “Conciencia contrarreloj”, “Cada vez que digo adiós”, “Tus viejas cartas”, “Simulacro de tensión”, y “Solo dame otra oportunidad”.

“‘La muralla’ nació en una gira con Piero. Nosotros éramos la banda lo acompañaba en vivo. Estábamos en el micro que tenía asientos hasta la mitad y el resto con colchones. Le pedí la guitarra acústica a Piero y me fui al fondo a descansar. Me puse a tocar y salieron unos acordes del tipo ska. La grabé en un aparato chiquito portátil que tenía y completé la letra al poco tiempo”.

En la producción del disco estuvo Andrés Calamaro, quien aportó ideas importantes desde la consola. “Lo conocí en SADAIC, donde nos pusimos a charlar y nos hicimos amigos. Cuando nuestro sello CBS nos dijo que él iba a trabajar con nosotros me puse muy contento. Fuimos uno de los primeros grupos que produjo. Nos acompañó en tres discos. La grabación de Contrarreloj fue muy especial, con Mario Breuer también en el control, donde aprendimos mucho”.

El músico recordó una indicación de Andrés en “La muralla verde”. “Estábamos grabando la parte del estribillo, que tenía una entonación más sencilla en la frase ‘como el amor de ayer’. Él me propuso de cantarla de otra forma, más cortada, ‘como el amo-o-oor de ayer’ y fue un éxito. Algo tan simple que produjo un gancho muy particular. En “Te vi en un tren’ pasó algo similar. Tenía un solo y el nos pidió de sacarlo. En cambio, nos aconsejó tocar un acorde Si mayor que quedó genial. Quería que sonáramos como una banda de rock de garage y no como Duran Duran. Hasta nos grabó unos casetes como ejemplo, que traían canciones de Squeeze o Elvis Costello. Lo hicimos en los estudios Panda, que tenían unos parlantes tremendos. La base de La Muralla fue maravillosa”.

– “Lamento Boliviano” es otro de los éxitos del grupo ¿Cómo nació?

– Siempre nos interesó tocar en formato trío. Cuando arrancamos éramos tres, después a mitad de los ‘80 sumamos a Sergio Embrioni, cuando tocamos en La Falta (1984), y para el segundo disco estuvo el tecladista Tito Ávila. Después de un largo tiempo retomamos la idea de trío. Recuerdo que estábamos en un bar en Perú y había uno tocando en el escenario. Nos invitaron a subir a tocar y sentimos toda esa energía. Es como una mesa con tres patas, se se cae una se viene todo abajo. Hay que estar muy concentrados.

– ¿La canción era del grupo Alcohol Etílico?

– Sí, Sergio y Horacio Gómez, que también tocó con nosotros, formaron parte de las dos bandas. ‘Lamento boliviano’ era un tema que siempre nos gustaba hacer en las pruebas de sonido. Los técnicos nos decían que la teníamos que grabar. En la época de Big Bang, la compañía nos dijo que podíamos sumar un tema. Cuando probamos la primera toma quedó increíble. A Felipe no le gustó como quedó el solo. Cuando viajamos a terminarlo a Los Ángeles, alquilamos unos equipos para regrabarlo y nos enteramos que lo fueron a buscar a la casa de Jeff Beck. Estaba como loco.

Marciano Cantero y su relación con Soda Stereo: “Ellos tenían una actitud distinta frente a la música”

Los Enanitos Verdes y el trío formado por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, compartieron productora y salieron de gira al mismo tiempo. Ambos artistas marcaron al rock nacional de mediados de los ‘80.

“Tocamos un par de veces juntos. Por ejemplo en 1986, en el Festival Rock in Bali, cerca de Mar del Plata. Ese día nos fue muy bien y cuando terminamos Gustavo me vino a abrazar y me felicitó. Nos encontramos un par de veces en los aeropuertos, en Los Ángeles, y lo fui a visitar cuando él estaba internado”, recordó el bajista.

“No fuimos grandes amigos y cuando me fui a vivir a México perdimos la conexión. Ellos tenían una actitud distinta frente a la música. Hay un dato que muy pocos saben. Intercambiamos los bajos con Zeta Bosio. Por ejemplo, en los temas “Signos” y “Persiana americana” (ambos del disco Signos) él grabó con el mío. Me gustó participar de los tributos a Cerati tanto en el Vive Latino como el que se hizo en Mendoza”, concluyó.



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