Ese 5 de abril de 1994 el estruendo de la escopeta hizo eco en las habitaciones de la casa vacía. Nadie lo escuchó. Su cuerpo, inerte y frío, estuvo tres días tirado hasta que fue encontrado por un empleado de la compañía eléctrica local. La policía no dudó: fue un suicidio. Sin embargo, tratándose de una figura pública como Kurt Cobain, las suspicacias y las teorías conspirativas siempre estuvieron a la orden del día. Y más ahora, que el FBI publicó los archivos sobre la investigación.
¿Pudo tratarse de un homicidio? Siempre se pensó que no. Desde el principio, la hipótesis con más fuerza indicó que el cantante de Nirvana se había quitado la vida. Su historial de abuso de drogas y alcohol, y su depresión constante eran los principales motivos. Para los investigadores, él apretó el gatillo de la escopeta que terminó con su vida.
La documentación, expuesta públicamente por primera vez en en la historia, evidencia que el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) trabajó minuciosamente. El expediente consta de 10 páginas que ahora fueron digitalizadas y se pueden leer acá. Pero siempre hubo puntos oscuros y, en esta desclasificación, se ven reflejados en cartas anónimas que ahondan en esas dudas y que se incluyen en estos archivos.
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Si bien los remitentes se mantienen en anonimato, el contenido de estas notas aporta misterio y también incertidumbre. Por ejemplo, una de 2003 dice que “a millones de fans de todo el mundo les gustaría que se aclararan de una vez por todas las incoherencias que rodean su muerte”. Otro texto, recibido en 2007, es un poco más puntual: “La policía que se hizo cargo del caso nunca se tomó muy en serio la investigación como un asesinato, sino que desde el principio insistió en que era un suicidio”, afirma. Y menciona algunas cuestiones: asegura que el arma que encontraron junto al cuerpo de Kurt Cobain no tenía huellas digitales. Eso supondría que el sospechoso de asesinato habría limpiado la escopeta. Otro punto en el que hace hincapié es que en la carta de despedida del cantante no expresaba una intención real de quitarse la vida sino hasta el párrafo final. Y que ahí la letra cambia drásticamente.
Además, en la desclasificación se puede ver un fax donde el investigador privado Tom Grant expresa que la determinación oficial de suicidio había sido muy apresurada. Este hombre habría encontrado inconsistencias relacionadas con la nota de suicidio del cantante de Nirvana, aunque no se esclarecen cuáles son.
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Por supuesto, el final de la vida de uno de los artistas más influyentes de los últimos 30 años no iba a quedar libre de sospechas. Sin embargo, ahora se pueden conocer más detalles.
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