Mucho antes de Los Pericos, La Zimbawe y Los Cafres, el reggae tuvo un protagonista en la Argentina: Donald. Sí, el padre del sucundum y el chequendengue, grabó en 1970 “Scaba Badi Bidu”, la primera canción del género cantada en castellano.
Este estilo tan famoso surgió en los ‘60, como familiar cercano del ska y el rocksteady. En aquel tiempo se influenció por la música que llegaba de los Estados Unidos, como el doo-wop, country, soul, blues y rock. Donald Clifton McCluskey -verdadero nombre del artista- se interesó desde muy joven por este sonido. Fue gracias a su hermano Alex, que viajó a Kingston por cuestiones laborales, el que le acercó a los exponentes de la música jamaiquina.
“Me gustó desde un principio. Ya había escuchado un poco de calypso con Harry Belafonte y también a Jimmy Cliff. Cuando este último vino a Buenos Aires, lo vi cantante reggae y me interesó”, le contó el artista a La Viola.
“Al poco tiempo, un amigo viajó a Jamaica y me trajo unos grabaciones en acetato de músicos callejeros. Eran sesiones instrumentales que servían para karaoke. En este caso eran dos acordes y le dije a mi hermano que quería hacer un tema bajo este estilo. La grabé y fue disco de Oro en 1971 (180 mil copias vendidas) “, describió Donald sobre esta aventura musical que lo consagraron como un paradigma en la historia del reggae en toda la región.
Y agregó: “Fue una incursión muy fugaz. Muchos se sorprenden muchos artistas del genero se sorprenden cuando descubren mi versión y cómo estaba tocado, por músicos jamaiquinos que le daban un ‘feeling’ muy especial. Le llevamos esta pista a Horacio Malvicino y le hizo un arreglo fabuloso, con mas de 20 músicos. A último momento, al director de la discográfica decidió sacar la primera versión del demo con la pista original jamaiquina con mi voz. La que finalmente salió tenía olor a mar”.
El Bahiano confesó que “Scaba Badi Bidu” fue la primera canción de reggae que escuchó y lo invitó para formar parte de una nueva versión junto a “Los guardianes de Gregory”. A su vez, un artista representante del reggae hawaiano, Marty Dread, lo convocó para hacer una versión del clásico. “Me mandó una versión con un ritmo más de reggaetón, con letra en inglés , y me pidió que la cante. Cuando la situación mejore la voy a grabar”, anticipó.
Recital por streaming
Donald es el padrino de la tercera edición del Primer Festival de la Canción Argentina y prepara un recital que se podrá seguir vía online. El 24 de julio, el público podrá disfrutar de un recorrido por distintos momentos de su carrera, bajo el nombre “Donald le canta al amor”, donde estarán sus temas románticos y algunos boleros en homenaje a Armando Manzanero.
“Mis actuaciones eran presenciales. Cuando arranqué en televisión fue algo similar: le cantaba a una cámara y no sabía quién estaba del otro lado mirando. Ahora me gustaría ser como Roberto Carlos para tener un millón de amigos. Aunque con un 10 o un 1 por ciento estoy contento”, definió entre risas, a los 75 años, y con 60 años de trayectoria.
También, en la entrevista con La Viola, el artista se mostró interesados por los nuevos sonidos como el trap. “Siempre son los jóvenes los que mueven la industria musical. Se apela a ellos. Uno ve las cifras y siempre están sus gustos en los primeros lugares. Figuras como Nicki Nicole tiene más reproducciones que artistas con más años de carrera. Es algo impresionante. Hay que adaptarse a los tiempos”.
El éxito de “Tiritando”
“Las olas y el viento y el frio del mar. El frio de tu alma me hace tiritar. El viento y la arena no me dejan ver. Eres una ola muy pronta romper”, describe la primera estrofa de este clásico que Donald grabó por primera vez en 1967.
“Fue compuesta tanto la letra como la música por el Nono Pugliese. La escuché por primera vez en un fogón, en la playa La Brava de Punta del Este. Me gustó mucho. Cuando volví a Buenos Aires le cambié un poco el ritmo y la grabé. El éxito llegó tiempo después cuando apareció en una publicidad”, recordó Donald sobre el origen de “Tiritando”.
Su recorrido artístico comenzó a los 15 años, pero la música la sintió como parte de su vida desde el primer día. Su padre Dean McCluskey, un talentoso músico de jazz norteamericano, que, en 1932, realizó una gira por las principales ciudades de Sudamérica junto a la orquesta Los Estudiantes de Hollywood, acompañando las presentaciones de las primeras películas sonoras de la compañía Metro Goldwyn Meyer. En su visita al país conoció a a Lila Suárez Howard, se enamoró y formó una familia.
Sus hermanos siguieron el mismo paso: Alex y Buddy fueron los fundadores del grupo The Mac Ke Mac’s en los años 50′. El primero de ellos fue manager de Luis Miguel junto a Hugo López y un importante productor musical argentino: junto a Palito Ortega trajo al país a figuras como Frank Sinatra, Tom Jones y Gloria Gaynor.
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“A Alex lo recuerdo como un gran tipo. Un importante representante. Fue el mío antes de su trabajo con Luis Miguel. Cuando llegó a México se asoció con Hugo López para manejar al cantante. Tuvo una participación muy importante y distinta a la que se le atribuye en la serie. Hay que partir de la base que es una ficción y que el autor maneja la situación a su gusto según lo que le dicte la recreación. Lo quiero considerar esto porque tal vez me disgustaría verlo a Alex diciendo cosas que no hubiera dicho nunca”, recordó sobre el papel de su hermano en “Luis Miguel, la serie”.
“El actor que lo interpreta es elegante, joven y simpático. Alex era muy así aunque tenía una forma de vestir distinta. A mi hermano se le ocurrió la idea de que Luis Miguel grabara las canciones de Armando Manzanero. Los juntó y consiguió el contrato discográfico millonario para el cantante”.
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