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Se conoció hoy la noticia de la muerte de Sergio Lerer, el actor de 76 años que tuvo papeles en algunas de las producciones más importantes de la TV argentina como Los simuladores, Peor es nada y Casados con hijos, entre otras. Su fallecimiento fue confirmado por la Asociación Argentina de Actores, que reconoció su trayectoria y envió un mensaje de afecto a sus seres queridos.Con profundo dolor despedimos a nuestro afiliado, el actor Sergio Lerer, quien desarrolló una amplia trayectoria en teatro, cine, publicidad y TV. Fue un activo difusor del teatro y la música judía. Acompañamos con afecto a sus seres queridos. https://t.co/TwgpoA4NKi pic.twitter.com/WJQBM4IQ9I— Asociación Argentina de Actores (@actoresprensa) June 16, 2025“Con profundo dolor despedimos a nuestro afiliado, el actor Sergio Lerer, quien desarrolló una amplia trayectoria en teatro, cine, publicidad y televisión. Fue un activo difusor del teatro y la música judía. Acompañamos con afecto a sus seres queridos en este difícil momento», escribió la organización en su sitio web. “Descubrí la felicidad”Lerer, además de actor fue psicoanalista, profesor universitario de psicología, cantante -aunque él mismo admitía no tener una gran voz-, traductor y docente de hebreo. Nacido el seno de una familia de raíces artísticas, su padre había sido actor en Polonia y su madre ceramista, mientras que sus hermanas se destacaron en el canto lírico y la literatura. Ese ambiente, contó el intérprete hace unos años en un reportaje con sitio Nueva Sion, lo llevó a “vivir” años en el bar La Paz. “Era un vago, un atorrante que entraba a las 8 y salía a la madrugada. Esa fue mi escuela de vida, donde conocí a mis amigos”, había comentado Lerer que también apuntó en su momento que desde chico buscó concentrarse en sus intereses artísticos. “Tengo la suerte de que puedo hacer lo que quiero. Me avivé de chico; en la adolescencia descubrí la felicidad de ganarme los mangos en lo que me gusta: psicoanalizando, actuando, enseñando, traduciendo”.Como parte de su formación profesional, el actor tuvo una constante presencia en el por entonces activo circuito teatral idish. En ese camino, actuó en la obra Es difícil ser judío y durante cuatro años fue partenaire del recordado Norman Erlich en varios de sus espectáculos. Además, coprotagonizó las puestas de Draculovich, el vampiro que faltaba; La familia; Jasie, la huérfana y Había una vez una aldea, entre otras.A su actividad sobre el escenario, con el paso de tiempo Lerer amplió su búsqueda con participaciones en cine y televisión. Así llegó a interpretar al oficial Pancino en Los simuladores, una experiencia gratificante al mismo tiempo que atemorizante como recordó en 2020: “Me pegué tal susto que contraté una coach maravillosa para que me ayude, necesitaba una madre”. Su participación en la celebrada serie de Damián Szifron fue una de las tantas que tuvo en la pantalla chica en ciclos como Todos contra Juan, Casados con hijos y Peor es nada. Lerer, que empezó su carrera actuando en obras clásicas bajo la dirección de Samuel Rollansky, autor de sketches teatrales, cuentos, ensayos e historias de la literatura y la prensa yiddish en la Argentina, también fue un asiduo actor de publicidades: llegó a grabar cerca de setenta comerciales.En el cineSu trayectoria también incluyó decenas de participaciones en cine tanto en películas nacionales como en grandes producciones internacionales realizadas en la Argentina. Así, Lerer formó parte de Evita,(1996), de Alan Parker protagonizada por Madonna, Siete años en el Tíbet (1997), la película encabezada por Brad Pitt, y Lucky Luke (2009), el film francés íntegramente rodado en la Argentina que protagonizó el ganador del Oscar Jean Dujardin. Por el lado del cine nacional el actor trabajó en El amor es una mujer gorda (1987), de Alejandro Agresti; en el film de Jorge Polaco En el nombre del hijo (1987); en Naked Tango, en el que interpretaba a un falso rabino involucrado en la trata de personas; en El censor (1995), dirigido por Eduardo Calcagno, en El Che (1997), de Aníbal Di Salvo; en la coproducción argentina española Morir en San Hilario (2005); en La suerte está echada (2005) de Sebastián Borensztein, y en Hijo del río, de Ciro Cappellari, entre otras.

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