Primero fue Chita, que la rompió. Luego, Feli Colina, que logró algo muy difícil: adueñarse de la canción. Y, ahora, es el turno de Zoe Gotusso. La cantante presentó “Volverte a ver”, el tercer adelanto del homenaje a Gilda, a 25 años de su muerte.
Zoe se despachó con una versión bossa nova en la que se destacan su calidad de intérprete y también la dulzura de su voz. Bajo la producción musical de Lito Vitale, Juan Belvis y Lulo Vitale, la canción alcanza un nuevo sonido, muy actual, sin perder el espíritu con el que se grabó hace más de dos décadas.
El 7 de septiembre (día que se cumplen 25 años de su muerte) se publicará en todas las plataformas Por siempre Gilda, álbum que tiene a los nombres más rutilantes de la escena femenina de la canción popular.
Con la dirección musical del maestro Lito Vitale, los hits de la movida tropical vuelven con un aire de frescura entre las nuevas generaciones. Con este proyecto, la búsqueda es llevar su obra a un nuevo público. Por eso, además, participan Soledad, Brenda Asnicar, Emme, Rocío Igarzabal, Natalie Pérez, An Espil e India Marte.
El primer adelanto que se conoció fue “Corazón valiente”, a cargo de Chita. Mezclando el ADN que tiene la versión original con el ya característico neo soul de la cantante, el resultado fue sorprendente. En una versión descarnada, el significado de la canción toma un nuevo sentido, para remarcar la valentía de las mujeres empoderadas que, sin temor, se abren al amor una vez más.
El segundo tema que apareció fue “No me arrepiento de este amor”, interpretado por Feli Colina. La artista logró hacer una una desconstrucción del original, para centrarse en el mensaje del desamor y la locura apasionada. La versión fue producida por la misma artista y su banda, dentro de un género muy minimalista y experimental.
La historia de Myriam Alejandra Bianchi (nombre real de Gilda) tiene un final abrupto e inesperado. En 1996, Gilda estaba en plena gira cuando un camión en la Ruta 12 a la altura de Paranacito, en la provincia de Entre Ríos, mordió la banquina y le dio de lleno al micro en el que ella viajaba. La artista, de 34 años, murió. También su mamá y su hija, tres de sus músicos, el chofer del micro. Otras 12 personas resultaron heridas.
Ícono de los más emblemáticos de la bailanta de los 90, le hizo frente al machismo y se ganó su lugar en un ambiente por demás retrógrado. A partir del trágico accidente, la fama de la artista explotó, empezó a vender discos de a miles y se convirtió en una verdadera leyenda: una ‘santa’ a la que la gente comenzó a milagros particularmente vocacionales.
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