En épocas de singles, su intención es sacar un disco compuesto por dos EPs. Simón Abentin está en la etapa fundacional de ese camino. Acaba de estrenar Tocable, el primer conjunto de temas que luego se transformará en Tocable Adorable, su disco debut.
La punta de lanza es “No te desvistas”, canción que habla del enojo de aparentar y dejar de ser auténtico. Fue grabado en los Estudios NN y lo acompañó el productor Gordon Raphael. Obviamente, la canción tiene video que fue producido por Padre Cine. “La idea del clip viene estrictamente de la letra. En ella se habla de las fiestas, bailar e irse de uno mismo y lo que se intentó es representar eso: un contexto que atente contra las creencias que tengas sobre vos mismo, además de complementarlo con una estética inspirada del rock glam de la década del 70 y el punk”, explica el músico.
“Tocable es un álbum donde nos encontramos con una apertura rockera, ‘No te desvistas’, y que luego tiene un desarrollo más orientado a la canción. ‘Cuando llegará el momento’ y ‘Azul y gris’ ya nos llevan a un lugar más melancólico y pop. Y para cerrar, ‘Ahora sé que no me entiendo’, es una sección instrumental que deja una sensación de final abierto. Es un EP ecléctico y sintético. La presentación de un concepto estético más global que es Tocable Adorable”, afirma.
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La intención inicial de la división del disco en dos EPs era simular las dos caras de un vinilo. La parte A funciona como introducción. Y la parte B, aun inédita, busca ser más profunda, oscura y puntual.
“Los dos fueron concebidos en un mismo momento y lugar. Adorable, el segundo, es el desarrollo de lo que se presenta en Tocable. Se podría decir que Tocable es el día y Adorable, la noche. La idea es que se pueden escuchar de corrido como un mismo disco o también por separado, de las dos maneras el concepto tiene sentido”, comenta Simón.
Cabe destacar que Simón Abentin es cantautor y guitarrista. Nació en 2002 y desde muy chico empezó a interesarse en la música. En 2016 empezó a tocar el bajo como sesionista para Rocco Posca y ahí conoció a Raphael, que fue colaborador de los primeros discos de The Strokes. Ahí entablaron una sociedad creativa que ahora da sus frutos.
“El proceso creativo del disco se desarrolló en un ambiente íntimo y rodeado de amistades. Eso dio la posibilidad de que no haya preconceptos sobre el deber ser. Se puede escuchar que lo que se dice es desde un lugar genuino, sincero y, en el mejor sentido de la palabra, ingenuo, tanto en las letras como en la música. Son pocas las posibilidades de que se dé un contexto con estas características y eso es el sello de lo que se escucha” asegura.
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