
“La música pop nunca fue sobre la vida familiar”, cuenta Paul Smith, líder de Maxïmo Park, sobre cómo afectó el nacimiento de su hija al nuevo (y muy buen) disco de su banda, profundamente influenciado en su lírica en su experiencia como padre.
Lo que nos convoca es Nature Always Wins, su primer álbum en cuatro años, que está lleno de pequeños himnos bailables, en los que utiliza su pluma irónica y sagaz para dar cuenta de su evolución como ser humano. Canciones como “I Don’t Know What I’m Doing” son ventanas a su mundo familiar, pero también tiene la capacidad de sonar brutal en “Why Must A Building Burn”, inspirado en el incendio de la Torre Grenfell, un edificio de viviendas sociales que dejó 71 muertos en 2017.
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Los primeros minutos de charla se van hablando sobre la situación mundial, el coronavirus, la cuarentena en Inglaterra (el cierre de pubs) y las vacunas. Es un tópico casual en la previa de las entrevistas y Smith se explaya (es charleta) en sus opiniones mientras no pierde la sonrisa en un cuarto de su casa lleno de vinilos (llego a calcular más de 500 en el plano).
Al momento de decir “hablemos de música”, Smith pierde conexión, se queda congelado y sale de la sesión de Zoom. Por apenas unos escasos minutos, todo es terror, sudoración excesiva e insultos al Dios patrono de la internet británica. Cuando reaparece, muerto de risa, es momento de apurar las preguntas sobre el álbum.
-Tus últimos discos tenían un mensaje político, pero este es un álbum más personal con un mensaje universal.
-Creo que siempre trato de escribir desde mi experiencia, Maxïmo Park tiene canciones muy personales y pequeños detalles de mi vida que trate que fueran interesantes para que la gente escuche. El desafío acá fue parecido, hasta que me di cuenta de que las letras eran sobre convertirme en padre. Me puse a pensar en que no quería un disco demasiado sentimental o lleno de clichés. Empecé a pensar en cómo podía relacionar mi experiencia con la gente, la idea de no saber realmente qué estoy haciendo como padre es algo con lo que la gente se puede relacionar (risas). Incluso durante la cuarentena se profundizó eso. Es un álbum ecléctico pero linkeado a cosas universales.
-A pesar de este mensaje tan profundo, el disco sigue manteniendo un pulso bailable.
-En el último disco, Risk to exist, quisimos ser un poco más funky, soul, y poner eso en el mix. Eso nos permitió la libertad para movernos con mayor groove en este álbum. Tenés canciones como “Meeting up” y “Feelings I’m not supposed to feel” que son de ensoñación, donde mi voz flota pero con una propulsión al beat bailable.
-¿Cuán extraño fue grabar el disco en cuarentena sin estar todos juntos en la misma sala?
-Definitivamente fue raro. La banda es muy democrática, siempre hay cuatro o cinco opiniones distintas en el mismo lugar y esta vez no fue así. Nuestro tecladista se mudó a Australia y supimos que íbamos a tener una nueva dinámica. Quisimos que la gente entrara a la música de una manera diferente. Cuando entramos en cuarentena, todo cambió. Yo estoy acostumbrado a trabajar en aislamiento cuando hago mis discos solistas, pero la dinámica de la banda es otra, por lo que estuvimos que estar más conectados para realizarlo. Nos tomó un poco más de tiempo.
-A lo largo de su carrera todos sus discos tuvieron buenas posiciones en los charts, ¿cuánto influye la búsqueda de un álbum exitoso en la composición?
-Nunca formó parte de nuestro pensamiento, y la principal razón es porque nuestro primer disco fue un éxito y no sabíamos que a alguien le fuera a agradar cuando escribimos esas canciones. Nos pasó lo mismo con el segundo álbum, que alcanzó el número 2 en ventas. Siempre vamos con esa mentalidad de que no podés dejar contento a todo el mundo. Parte de mi quiere que este álbum sea exitoso como Coldplay, pero obviamente nuestra música es más específica y alternativa, y tenés que confiar en tus canciones porque si andás persiguiendo hits en algún momento te vas a decepcionar mucho. Hay gente que trata esto como un negocio, y está bien porque así es la industria, y obviamente yo quiero que una canción se convierta en un hit y haré lo posible para promocionarla. No soy ingenuo para desconocer la importancia pero si dejás entrar ese fantasma al estudio de grabación, vas a terminar con un disco hecho para el mercado y eso no es bueno. No quiero hacer música que no sea especial para mi.
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-¿Qué sucede dentro de la mente de un artista al lanzar un disco hecho para ser tocado en vivo sin saber a ciencia cierta si va a poder hacerlo?
-Veo el futuro con esperanza. Pero realmente se que lo último que se va a habilitar son los shows en vivo dentro de un venue. Tenés shows con distanciamiento, que es poco comparado con lo que era nuestra vida anterior pero ojalá las cosas se calmen y volvamos a la normalidad. Este tema viene dando vueltas en mi cabeza durante las últimas semanas y creo que cada vez se vuelve más sombrío y es difícil imaginar imaginar un futuro próspero después de la cancelación de Glastonbury.

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